lunes, 4 de octubre de 2010

Cocina sin gérmenes


En la casa existen numerosas zonas que propician la contaminación y el desarrollo bacteriano. Entre los focos de concentración se encuentran los fregaderos, los escurreplatos, los estropajos, las bayetas y paños de cocina.

 

Aunque no lo parezca, el grado de contaminación de la cocina es infinitamente superior al del cuarto de baño. Existen diversos factores que muestran la importancia de las medidas de higiene en la cocina:

- es la habitación más frecuentada por todos los miembros de la familia.

- el 40% de los casos de intoxicaciones alimenticias declaradas tienen como origen la casa y no el restaurante.

- los estudios realizados en las últimas décadas revelan la presencia de agentes patógenos en la mayoría de los hogares.

- la preparación de un pollo que contenga salmonela (lo cual puede suceder más a menudo de lo que parece), puede contaminar la cocina, incluidos los utensilios utilizados, la superficie de trabajo, el fregadero, las puertas de la cocina, el frigorífico…

 

Algunos consejos básicos

 - Lavarse bien las manos antes de tocar los alimentos. Esta medida se debe aplicar siempre, especialmente después de acariciar un animal doméstico o haber ido al aseo. En caso de herida, cubrirla con un vendaje hermético.

- Limpiar el fregadero y las superficies que lo rodean con regularidad.

- Mantener constante la temperatura del frigorífico (entre 0 y 4°C) y limpiarlo con regularidad, al igual que los armarios. Colocar la carne y las aves crudas en una bandeja o un plato.

- Seque siempre las superficies lavadas (de trabajo, frigorífico) antes de colocar alimentos.

- La concentración de bacterias en el cubo de basura y sus alrededores es elevada, por eso es importante vaciarlo a diario y lavarlo y desinfectarlo con regularidad.

- Cambiar frecuentemente los paños de cocina, lavarlos e higienizarlos cuidadosamente. Lo ideal, sería cambiarlos cada dos o tres días.

- Se debe prestar atención especial a los estropajos. A pesar de que se consideran el mejor objeto para la limpieza, los estropajos pueden contener un gran número de bacterias debido a su constante humedad. Para disminuir este foco potencial de dispersión de la contaminación, debemos cambiar los estropajos con frecuencia y lavarlos e higienizarlos después de cada uso.

- Si debe ausentarse de su hogar por un tiempo, Compruebe que no quedan productos perecederos, elimine las migas y otros desechos que puedan atraer a insectos y favorezcan el desarrollo bacteriano durante la ausencia.

Los datos de este apartado han sido extraídos de la web del Instituto Pasteur

 

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