Las prendas con encaje son especialmente delicadas y no debe estirarlas ni frotarlas demasiado. Un truco casero: eche un poquito de leche en el lavado en sustitución del suavizante. También tienes que tener especial cuidado con los sujetadores con aros. Intente no meterlos en la lavadora porque pueden deformarse, romperse y hasta romper el tambor de lavado.
Separe la ropa blanca de la de color. Separa la ropa interior blanca de la de color y lávalas por separado. Mira las etiquetas de lavado para separar la que permita un lavado a máquina de la que no. Busque un detergente especial para cada caso. En el lavado a mano también puedes utilizar un poquito de gel de baño, porque es más delicado.
LAVADO A MANO:
1. Deje las prendas en remojo unos diez minutos. Llene el lavabo de agua fría y eche un chorrito de champú o gel de baño. Meta dentro las prendas y déjalas en remojo durante 10 minutos como mucho. Asegúrate que están bien empapadas.
2. Una vez pasados los 10 minutos, frote con un jabón neutro aquellas zonas que requieran más atención. Tenga mucho cuidado con los encajes o las cintas o los adornos porque son muy delicados.
3. Después, aclare las prendas con agua fría. Puedes echar un chorrito de vinagre en el agua para enjuagar, el vinagre suele ser bueno para el cuidado de la ropa delicada.
LAVADO A MAQUINA:
1. Siempre con agua fría. En caso de que prefiera lavarlas en la lavadora, hágalo con un programa para prendas delicadas y siempre agua fría. Evita mezclarla con otras prendas que tengan cremalleras, velcros o botones. Puede conseguir alguna malla para que no roce ningún elemento que pueda estropearla. Si no dispone de una malla para el lavado de prendas delicadas, puede usar una funda de almohada.
2. Una vez lavada, procure secarla a la sombra y con cuidado de no rasgarla con las pinzas. Evita ponerla cerca de los radiadores o en la secadora porque el calor extremo podría estropearla.
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