
Si el orden es indispensable para el buen funcionamiento de cualquier individuo, para un enfermo del Alzheimer es vital. Por eso vamos a dar unos consejos sobre cómo deben ser las prendas y como guardarlas o disponerlas en el armario:
Si se dispone de un vestidor, separe de alguna manera las ropas de invierno de las de verano y colóqueles un distintivo o símbolo que las identifique como tales.
Si de lo que se dispone es de un armario, deje sólo la ropa de la temporada (invierno-verano)
Los cajones, dónde guardemos camisones, pijamas, camisetas, ropa interior, jerséis, etc.… los identificaremos, para que les sirva de guía.
Será bueno tener en la habitación una silla o gabán de noche, donde colocaremos, ayudados con el enfermo, las ropas que usará al día siguiente. No olvidaremos marcar orden que deberá ponérsela.
Guardar las cosas siempre en el mismo lugar. De esta manera será más fácil que recuerde donde están.
Guarden siempre un duplicado de los objetos personales más usados, de esta manera podrán reponerlos rápidamente en caso de pérdida.
Si el enfermo no se sostiene en pie o sentado, ponerle primero la ropa de la parte inferior mientras está en la cama; después, al incorporarlo para sentarlo en la silla, subirle las prendas. Así ya sólo quedará por ponerse la ropa de la parte superior.
Si es posible, terminar de arreglarlo ante el espejo, lo que le ayudará a que sea capaz de reconocerse durante más tiempo.
Respecto a las ropas: cambie los botones y cremalleras por tiras de velcro y utilicen prendas elásticas no demasiado ajustadas.
El calzado deberá ser con cierre adhesivo, suelas antideslizantes, sin tacones y de horma ancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario